EkoOn. ¿cómo estan viviendo nuestras empresas la situación generada por covid-19?

Entrevista a Alberto Bezunartea. ekoOn es una empresa local de marcado carácter social creada en el año 2018 e integrada por dos personas trabajadoras en la actualidad. 
Centramos nuestra actividad en el ámbito energético por el carácter absolutamente transversal que tiene la energía. Actualmente, desarrollamos en Euskadi proyectos de gestión, ahorro y eficiencia energética e implantación de energías renovables, tanto en el ámbito público como privado. 
Nuestro trabajo consiste en facilitar, tanto a personas como a organizaciones, conocimientos, herramientas y estrategias que les permiten activar procesos de transición energética hacia un nuevo modelo energético basado en el ahorro, la eficiencia y las renovables, que nos permita luchar contra el cambio climático y lograr, en definitiva, un desarrollo SOStenible. En ekoOn somos conscientes de que sin la activación e implicación de las personas los procesos de transición energética que pretendemos impulsar están condenados al fracaso. Por ello, establecemos dinámicas que facilitan e impulsan la participación de las personas en el ámbito de la energía, aspecto que es absolutamente clave y fundamental.

Desarrollamos tres líneas de trabajo, fundamentalmente:
  1. Talleres educativos de concienciación y sensibilización, dirigidos a colectivos diversos (asociaciones, centros escolares...): ahorro y eficiencia; solar térmica y fotovoltaica; luminarias; mercado y factura eléctrica; pobreza energética...
  2. Gestión, ahorro y eficiencia energética: con la implantación, principalmente, de dos proyectos:
    Proyecto EcoooLocal, dirigido específicamente a las administraciones públicas, que incluye la diagnosis energética del municipio, herramienta que posibilita un control dinámico mensual de los consumos energéticos y de agua y de los costes asociados, así como la hoja de ruta municipal para la transición energética, que contempla múltiples propuestas contrastadas y de éxito.
    Proyecto 50/50, dirigido especialmente a los centros escolares, iniciativa de alto valor educativo que promueve la (r)evolución energética en los centros, gracias a la participación de toda la comunidad educativa y la asimilación de los valores de una nueva cultura energética, basada en el cambio de hábitos, el ahorro y la eficiencia energética. 



  3. Energías renovables: asesoramos y desarrollamos proyectos de energías renovables, particularmente de energía solar fotovoltaica.   

¿Cómo ha afectado el estado de alarma a la actividad de tu empresa hasta ahora? Y de cara al futuro, a corto plazo, ¿cómo crees que te afectará?

El estado de alarma nos ha afectado de lleno, habiéndose paralizado totalmente la implantación de numerosos proyectos que estábamos llevando a cabo en diversos centros escolares de la comarca de Oarsoaldea. Igualmente, todas las líneas de trabajo que teníamos abiertas con distintos ayuntamientos se han visto cortadas de manera radical. Sí que hemos logrado mantener cierta actividad durante el estado de alarma, al haber continuado impartiendo de manera online un curso sobre fotovoltaica en Usurbilgo Lanbide Eskola que comenzamos a impartir de forma presencial hasta que se declaró el estado de alarma. 

En tu opinión, y de cara al futuro, ¿crees que todo esto afectará al comportamiento de tus clientes?

Desgraciadamente, creemos que sí. Pensamos que en el ámbito público, por una parte, las distintas administraciones van a tender a priorizar medidas económicas, sociales..., relegando a un segundo plano las medidas en el área de la energía. En el ámbito privado, por otra, las empresas, personas y colectivos van a tener serias dificultades para mantener sus actividades y poder subsistir, con lo que prevemos un efecto similar. En situaciones de crisis generalmente se produce un repliegue y las actuaciones que no se consideran esenciales se dejan para tiempos mejores. Desgraciadamente, y equivocadamente a nuestro entender, las actuaciones en materia energética no suelen tener dicha consideración.
Para nosotras no considerar las actuaciones en materia de ahorro, eficiencia y renovables como esenciales ha sido, es y va a ser un enorme error, por motivos económicos y medioambientales, principalmente. Desde el punto de vista económico, este tipo de actuaciones no suponen un coste sino una inversión, pues se amortizan y recuperan rápidamente gracias a los grandes ahorros que se obtienen, tal y como hemos podido comprobar en los Ayuntamientos, organizaciones y centros escolares con los que hemos desarrollado nuestro trabajo. Además, desde el punto de vista medioambiental no nos podemos permitir el lujo de paralizar y dejar de poner en marcha medidas orientadas a combatir el cambio climático. Porque nos va la supervivencia en ello y porque no disponemos de tiempo para ello, tal como nos vienen advirtiendo desde hace unos cuantos años ya científicos y expertos en la materia. 
  
¿Has introducido o prevés introducir algún cambio para hacer frente a la nueva realidad?

En parte ya nos hemos visto obligadas a tomar medidas, pues durante el estado de alarma hemos tenido que adaptar nuestra actividad formativa, una de nuestras líneas de trabajo, del formato presencial al formato virtual (online).
Respecto a otras líneas de trabajo, particularmente las que desarrollamos con administraciones y centros escolares, entendemos que la forma de trabajar va a variar, igualmente. Deberemos organizarnos de otra manera y adaptar nuestras dinámicas de trabajo a nuevas formas de actuar, estableciendo protocolos de prevención y seguridad, pasando gran parte de las reuniones y actividades presenciales que realizamos a formato virtual... En el caso de los centros escolares será un hándicap a superar, por las dificultades que entraña el formato a distancia frente al presencial, en particular en cuanto al fomento de la participación de las personas usuarias de los centros, que será mucho más difícil de lograr. 
En cuanto a la redacción de proyectos y legalización de instalaciones fotovoltaicas, entendemos que la incidencia va a ser menor, puesto que gran parte del trabajo se corresponde con horas de oficina para diseño, realización de cálculos, trámites y elaboración de documentación.  

Sabemos que es una situación muy dura y complicada, pero si tuvieras que destacar algo positivo, que dirías?

Pues a pesar de todas las desgracias que han sucedido a lo largo del estado de alarma sanitaria, particularmente la pérdida de vidas humanas, y a pesar de todo el sacrificio que nos ha supuesto tanto a nivel personal como colectivo, creemos que se podrían destacar dos hechos:
El primero, la responsabilidad y el espíritu de solidaridad y generosidad que hemos demostrado, en general, durante el estado de alarma. Esto nos reafirma en la idea de la fuerza que tenemos las personas cuando nos organizamos y destinamos nuestras energías, nunca mejor dicho, a un objetivo común. La pandemia ha sido todo un ensayo de inteligencia colectiva. 
En segundo lugar, durante el arresto domiciliario nos hemos visto obligados a parar y frenar en seco el ritmo vertiginoso de nuestro día a día. Esto nos ha permitido ser conscientes de aspectos, matices, momentos que habitualmente pasan desapercibidos y en los que no reparamos. Hemos podido apreciar la tranquilidad y el silencio, la ausencia de horarios y ritmos, hemos podido dedicarle más tiempo a la familia y a las relaciones familiares, hemos sido conscientes de los otros ruidos de origen no humano que nos rodean (resultaba curioso oír cómo sonaba con fuerza únicamente el canto de los pájaros, habitualmente tapado por motores de vehículos, herramientas o máquinas), hemos observado e incluso sentido la notable mejora medioambiental que ha supuesto la paralización de nuestras actividades (aire puro en municipios y grandes ciudades, aguas cristalinas en el canal de Venecia o naturaleza recuperando espacios, por poner uno ejemplos). 
Esperemos que saquemos lecturas y conclusiones acertadas de lo que ha sucedido, tanto a nivel individual como colectivo, pues la pandemia nos ha mostrado parte del camino a seguir. Esperamos que la emergencia sanitaria nos sirva al menos como preparación para hacer frente a la emergencia climática en la que ya estamos inmersos, cuyas consecuencias se prevén mucho más devastadoras que las del COVID19, aunque ahora mismo no se perciban tan nítidamente.   


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